Idealmente, cuando uno como cliente adquiere un producto o servicio, se espera que tanto el producto como servicio, sea de la mejor calidad posible de acuerdo al precio que se está pagando. Aún existen algunos productos, servicios e industrias en los que el viejo adagio “lo barato sale caro” sigue siendo vigente.
En el mundo real y sobre todo en nuestro país, la industria fotovoltaica se ve dañada en general por practicas poco éticas y la falta de profesionalismo. La realidad es que casi siempre la mejor opción rara vez es la opción más barata. Blue Sun Engineering se esfuerza cada día en ser la mejor opción en cuanto a servicio y calidad, usamos los materiales, equipos de la mejor calidad posible, instalados de manera profesional y con el cuidado correspondiente, con precios competitivos. No se trata de arrogancia, es un hecho simple.
Si lo que se busca, son sistemas solar-fotovoltaicos baratos, tan solo basta con realizar una búsqueda en google y se encuentra una infinidad de opciones “baratas”, a veces, demasiado buenas para ser verdad. Casi siempre es posible encontrar opciones mucho más baratas ahí afuera, pero ¿a qué costo?
Mientras que la inversión inicial puede ser barata en este tipo de sistemas “demasiado buenos para ser verdad”, es importante considerar las posibles consecuencias a largo plazo, siendo una de ellas el hecho de que muy probablemente resulten mucho más caras para el cliente final con el trascurso del tiempo.
Un cliente que es seducido por estos precios tan bajos, no se dan cuenta que están siendo golpeados fuertemente por el desconocimiento de las posibles ramificaciones de seleccionar una opción barata – un sistema de baja calidad que en pocos meses o años requerirá reemplazo (en un escenario pesimista o extremadamente realista). Al final, todas las partes involucradas pierden, incluso esas compañías con margenes sumamente bajos.
¿Cómo es que este tipo de compañías vende tan barato?
Algunas de las tácticas comunes que hemos observado en el mercado:
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- Lanzar el anzuelo y cambiar al final. Se usan componentes de una alta calidad como anzuelo, y aprovechándose del desconocimiento del cliente, finalmente terminan por cambiar los materiales y componentes por lo más barato.
- Versión 2 del anzuelo y el cambio. No publican ni mencionan nunca la marca de los módulos ni el inversor, por ejemplo, esos “Kits” mágicamente “regalados”.
- Cortar por la esquina. Es decir, ahorrar tanto como les sea posible durante la instalación, ya sea con materiales de baja calidad o simplemente no instalando los materiales requeridos. Por ejemplo: instalar a la intemperie cajas combinadoras que se deben empotrar en concreto o pared, para ahorrarse el precio de una caja combinadora para intemperie.
Caja combinadora empotrable
Caja combinadora para intemperie - Otros tipos de “esquinas cortadas”
- Uso de cableado eléctrico estándar en lugar de cableado “solar”. El cableado para los sistemas solares debe cumplir con las normas y estándares vigentes para tal uso, ya que no solo debe cumplir con los requerimientos eléctricos, sino también debe soportar el medio ambiente, cosa que el cableado eléctrico “normal” no hace:
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- Uso de estructura para montaje inapropiada: El uso del material inapropiado, puede causar problemas de corrosión, corrosión galvánica, e incluso el desplome del sistema.
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- Al entrar en contacto dos metales distintos, como es el caso cuando no se utiliza estructura de aluminio para montarlos paneles (el marco de los módulos es aluminio), se produce la corrosión galvánica lo que puede resultar en el daño irreparable del módulo.
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- Cortando esquinas en lo eléctrico. Es muy común que algunos instaladores ya sea por ahorrar o incluso por desconocimiento, no realicen las conexiones eléctricas adecuadas o se ahorren las protecciones pertinentes. Los sistemas fotovoltaicos tienden a operar a voltajes de corriente directa (CD) elevados, cuando un sistema fotovoltaico se instala de manera correcta y profesional, el voltaje CD es seguro, cuando no, puede ser muy peligroso.
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- Venden módulos solares de mala calidad. Esto es algo muy común en nuestro país, un panel de 320W, clasificación Tier-1, tiene un costo de mercado aproximado de unos 160-165 USD. Mientras que existen instaladores que llegan a ofrecer módulos de la misma capacidad por 80USD, o incluso módulos de su misma marca (chinos genéricos).
Los módulos de mala calidad no soportan las condiciones de uso y suelen no sobrevivir más allá de un par de años. Aquí incluimos los módulos de “Hechos en México”.
Cabe mencionar que el que sean “hechos en México” no los hace buenos productos, ni el que sean “hechos en China” los hace malos, pero de ello hablaremos en otro artículo.
- Venden módulos solares de mala calidad. Esto es algo muy común en nuestro país, un panel de 320W, clasificación Tier-1, tiene un costo de mercado aproximado de unos 160-165 USD. Mientras que existen instaladores que llegan a ofrecer módulos de la misma capacidad por 80USD, o incluso módulos de su misma marca (chinos genéricos).
- Uso de inversores de mala calidad. Los inversores de pobre calidad tiene una duración promedio de 3 años de vida como máximo. Sí la garantía del inversor no aplica, el cliente terminará pagando arriba de 1500USD extras para reemplazarlo cuando falle.
Se podría seguir mencionando todo aquello “que no se debe hacer”, pero no concluiríamos nunca. La realidad es que si se quiere un sistema solar:
- Diseñado de manera profesional
- Que utilice solo material y equipos de calidad,
- Instalado por profesionales,
- Un sistema con una duración de vida no de años, si no de décadas,
- Por una compañía que dará servicio al cliente y soporte durante la vida del sistema…
Es entonces importante estar informado, y sobre todo, no dejarse llevar tan solo por el precio y mucho menos por el famoso “precio por watt”.
Algunos otros ejemplos de lo que nos hemos encontrado en reparaciones ahí afuera: